El texto siguiente es parte del informe final que hice con motivo del cierre del seminario que durante 2022 constituyó mi proyecto para el apoyo Creadores Escénicos del Sistema de apoyos a la creación y proyectos culturales:
Gran parte del aprendizaje que he asimilado gracias a este seminario proviene de acompañar los proyectos personales de las participantes. Hay procesos que lograron sensibilizarme sobre causas que anteriormente me eran desconocidas o lejanas y otros que me hicieron avivar nociones dormidas. Los proyectos atraviesan una diversidad muy amplia de problemáticas o deseos individuales y colectivos: Julio tiene el proyecto de hacer una obra sobre el río que atraviesa el pueblo donde él creció, en el Istmo de Tehuantepec, aludiendo a los míticos "perros de agua", es decir las nutrias que, según leyendas, se avistaban en él, cosa que ahora resultaría imposible pues a partir de la construcción de parques industriales en la zona durante los 50’s, el río empezó a llenarse de chapopote; su intención es que dicha obra de teatro documental alimente el sueño comunitario de volver a nadar en el río... yo creo que el Río de los perros bien representa a los ríos de mundo. Allá por la Zona del Silencio Fran sigue desarrollando su ser pintor, dramaturgo y director, Lily invoca al espíritu del Río Nazas, Mafer sueña con ballenas y declara justa guerra contra los TCA mientras que ambas persisten en subir al escenario. Un poco más hacia el ecuador Ulises escribe, pinta y canta sobre la identidad mexicana y las fronteras, Joaquín zapatea mientras hace crecer la tradición de su familia, enseñando la danza de la mano de María Laura que a la vez organiza el aquelarre y re-significa su ser simbólica-mujer en compañía de otras . Alexander lleva las manos pintadas trazando su sendero hacia una masculinidad sana, Ana quiere avivar el fuego de la infancia con teatro de fiesta, Lilié investiga los terrenos sensibles y efímeros del aroma, la nostalgia y el convivio, Laurel imagina un laberinto botánico con secretos sonoros y espacios de contemplación donde se filtran luces iridiscentes, Airam teje con células, fibras, ternura y palabras, Danny explora las mil caras de su historia familiar y los afectos, Ale se encuentra a sí misma desde la sombra tersa y cerca del teatro penitenciario, Noé lleva el viaje del héroe a un gatito de noble corazón que será rey de sí mismo, Priscila ve pasar el miedo desde las alturas del mástil chino, Rita va reconociéndose en el laberinto de sus sueños, Fer enciende su latido para conectarse con la conciencia de la Tierra y traspasa las fronteras de sí misma, Vero afina y expande su visión poética con energía de joven disidente y Kari surfea aguas serenas y tempestades para crear su soberana autodefinición íntima. Tona se fue a Cuba con una novela escrita sobre otredad, retiro y viaje, Angie voló a Irlanda con un diario desobediente de encuentros/ desencuentros que registra sus revoluciones en el amor, Tam regresó al caribe a seguir danzando y estudiando desde la amabilidad y la escucha de su propio cuerpo/ ritmo, tres mujeres migrantes que van desbloqueando niveles inimaginables de sí mismas. Yael encendió en nosotres “El derecho a la ternura”. Hacia el Golfo de México Leodan viene y va mientras performa las tradiciones místicas de Coacoaco, manando de sus manos y boca poesía en Náhuatl, Sergio cristaliza momentos y rescata tesoros-historias de entre el ruido del mundo cotidiano, Max ofrenda mente-cuerpo-espíritu a los misterios, la magia, las pasiones y, finalmente yo, he soñado todo un año junto a ellxs. Es un honor haber soplado de vez en cuando a la hoguera de sus deseos, me inspiro de escucharles y estoy por alzar mi propio vuelo llevando siempre sus presencias en mi corazón.