jueves, 9 de octubre de 2014

Aquí no hay nada que hacer.

... Anything to fill in the long silences.


Hay una realidad en que trago saliva mientras pienso si seguir trabajando o pintarme las uñas, o si ir a cauterizar esta hemorragia ilusoria de sentimientos con chocolate caliente mientras espero que alguna parte de mí decida si sí o si no quiero salir de mi cáscara y de una vez por todas pedirte que abras tus heridas y me dejes navegar en ellas. Y sigo tragando saliva y ahora sí sé que no lo voy a hacer. Permaneceré sentada aquí viendo vídeos de perritos graciosos o simulando que estoy pensando en algo interesante y escribiéndolo. Pero sigue latente una vena que me dice que empiece algo contigo o si existe, que lo termine ahora mismo, y entonces me avergüenzo de querer que sea todo o nada, me da miedo pensar en cómo se ve mi histeria desde el exterior, así que mejor me callo y espero que algo me obligue a moverme y masco un pedacito de plástico y vuelvo a tragar saliva. Estoy a punto de empezar a rezar para que me pidas que desaparezca. Preferiría no tener nada que ver conmigo misma.