martes, 9 de junio de 2015

Ejercicio de escritura automática número uno:


Definitivamente hemos decidido aparcar la solitaria quietud del estado masivo de supervivencia indiferente en las cercanías de la galaxia número veintisiete en la cual hemos comprobado que ha existido un par de certezas autóctonas que remiten a un pasado activo de glándulas explotantes de diversas magnitudes, lo cual nos ha hecho pensar últimamente que las circunstancias temidas hace algún tiempo acerca de las dinosauriezcas formas de existencia que no han sido pertinentes en las épocas antiguas terminen por corromper el estado de suprema excitación causado por la inflamación de las golondrinas azules que han aprovechado el espacio intercostal para revelarse en forma violenta en contra de las morsas infectantes que han monopolizado el gesto caritativo de la maternidad floreciente en simios y algunos tipos de amibas. Solicitamos la pronta recuperación del sistema activo de humedades craneales en el cual se ha visto que existen diversos tipos de suscitaciones transparentes que han causado gran revuelo y que perturban sin duda alguna las mentes de aquellos que curiosean sin dejar paso a las máquinas férreas que suelen hacer todo el trabajo sucio, y que, sin pensarlo ni un segundo se atreven a rematar acciones que en efecto no les correspondían y que por consiguiente, en todo caso y después de lo cual se aprovecha que hayan sido desplegadas antes de haber sido incluso pensadas o incluidas en el sistema colectivo de recopilación de datos acerca de la existencia en este sector del tercer universo conocido del cual ya no sabemos si formamos parte o si está siendo creado por nosotros mismos, lo cual significaría que todos somos la misma cosa y personalmente creo que es improbable porque me queda claro que un simio es un simio y una alberca es una alberca pero aun así considero que en otras dimensiones de lo que hoy conozco como esto que sucede pues realmente no hay más que lo que hemos decidido que haya, aunque en realidad nos digan los libros de historia tecnológica que todo surgió en el cerebro de una especie de masa amorfa con cerebro en forma de pera que existe a millones de años luz de distancia en el núcleo de una cereza siendo digerida en el estómago de una princesa ballena que a su vez posee en su panza el residuo comestible y aun orgánico de quinientas algas mutantes que se habían levantado en armas porque anhelaban aspirar aire puro y ello les era negado por la naturaleza misma, pero en fin esa es otra parte ínfima de la historia que en realidad no está siendo contada sino remitida desde lo lejano de las partituras de movimiento de un ser cuya materia orgánica ha sido despojada de todo uso y de toda reflexión corriente que derivara de cualquier estado de trance o de luminosidad intelectiva, porque en verdad ello no existe y somos tan reales como las focas y los focos y las facialidades múltiples del cubo rubik.

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