miércoles, 25 de mayo de 2011

Ejercicio empírico uno.

(A mí misma, a ti mismo)

Respira, cierra los ojos, y encuéntrate en la más importante o más reciente situación en la que inhibiste tu ser y pensaste estar triste o enojado.

Siente la impotencia, el coraje o la angustia y reconoce este estado como exclusivamente humano y ajeno a tu alma.

Recuerda las ocasiones en que la cosa más sencilla te trajo placer, recuerda haberte sentido en paz.

No hay verdades que puedas poseer, no aflicciones que entorpezcan tu ser ni temores que te puedan romper.

Más allá del entendimiento no hay una fórmula, ni una enseñanza hermética... solamente la esencia.

Reconoce esta esencia primordial como TU ESENCIA, olvida las palabras, olvida las explicaciones, olvida lo mundano y simplemente recuerda lo que siempre has sabido; en el todo no existen los limites, ni los porqués, ni las causas, ni las consecuencias.

El todo está en ti así como estás en él, y contemplando desde este "mundo de las ideas" siéntete libre de desechar cualquiera de éstas que no ayude a tu humanidad a disfrutar este mundo (tu propósito).


Ahora recuerda que aquí todo PARECE ser al contrario; La vida en este lugar se rige por las causas y las consecuencias, pero recordando que vienes del todo, trae a ti la conciencia y el enfoque necesarios para guiar tu vida cada minuto hacia el bienestar.

La idea del "bien" y del "mal" sólo existe en TU perspectiva humana, esto significa que el todo se filtra por tus sentidos en varias formas y te hace pensar que las cosas pueden ser juzgadas dependiendo de lo que has aprendido y considerado "cierto" a lo largo de tu vida. Por lo tanto, el bien o el mal NO existen en realidad... sólo hay experiencias que consideramos agradables o desagradables, está en nuestro poder el controlar y ajustar esa percepción.

El no estar al tanto del control que podemos tener sobre nuestra percepción invariablemente traerá malestar y nos convertiremos en parte de ese virus imaginario que se ha propagado en las mentes humanas desde tiempos remotos. El virus de la violencia de pensamiento.

Manténte consciente del poder que posees en TU mente para controlar TU percepción humana, olvida el odio, el rencor y derivados, pase lo que pase, porque la vida es tan sabia que siempre nos pondrá pruebas que tendremos que superar hasta erradicar del todo la información que nos contamina.

Ya estás en el camino... ahora recórrelo, vívelo y ámalo.





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